En La Mata de Los Olmos, por ejemplo, el fenómeno llegaba en el momento más oportuno: "Estábamos esperando para comenzar a cosechar, parecían cuatro piedras pero al final ha arrasado todo", explica Silvia Gimeno, alcaldesa del municipio. La tormenta duró apenas media hora, sin embargo precipitaron en torno a 40 o 50 litros en algunas zonas de secano - de cebada y trigo- en las que, como explica Gimeno, "no ha quedado nada".
La alcaldesa afirma que la pedrisca no les resulta extraña; sin embargo no recordaba esta intensidad en los últimos años. "Los agricultores estamos muy desanimados. Tras una primavera muy seca teníamos buenas perspectivas y de repente, en media hora, ves que se va todo", lamenta Gimeno.
En la vecina comarca de Andorra, en la localidad de Crivillén, la tormenta se transformaba en lodo y barro que discurría por las calles. "El agua entró en bajos, garajes, cocheras y casas así como en la plazas del pueblo y ha afectado a infraestructuras como las piscinas o la carretera", relata María Josefa Lecina, alcaldesa del municipio.
En el pueblo se alcanzaron 60 litros en 25 minutos, y, en este caso, la cosecha también resultaba afectada por el temporal: "Ha sido una catástrofe total ha afectado al 90% del cultivo", lamenta Jesús Ortín, que iba a comenzar a cosechar la cebada el próximo sábado y que este año no había contratado seguro por "los elevados costes". "Ahora a aguantar el año como podamos", afirma.
Otras localidades como Alcorisa, Foz-Calanda, Berge, Castelserás, Calanda, también sufrieron la visita del temporal, pero en menor medida. "Esta vez no ha pasado nada, la afección en el cultivo de melocotón no llega al 15%. Lo que hace falta es que no venga más", asegura José Antonio Cavero, miembro de Uaga en Calanda. En esta zona han tenido suerte ya que el cereal estaba practicamente cosechado aunque la Alerta Naraja se mantiene hasta el miércoles.
"Llevábamos dos meses y medio sin ver una gota de agua y se anunciaba tormenta aunque aquí no ha sido gran cosa", asegura José Sodric, miembro de Asaja y agricultor de Castelserás. Ahora se encuentran en la época de embolsado de piezas de fruta hasta julio y la recolección podría prolongarse hasta octubre "en lo casos más tardanos", advierte Sodric.
Otra vez, mirando al cielo
Desde el Consorcio Antigranizo de Aragón aseguran que "el mes de junio está siendo movido" a causa del ascenso repentino de las temperaturas y que han conseguido acotar las zonas de impacto en su ámbito de actuación: Calatayud, Valdejalón, Cariñena, Daroca, Bajo Aragón y Caspe. "El valle del Ebro es una de las zonas de la Unión Europea con mayor presencia de granizo, no hemos conseguido que desaparezca pero sí reducir el impacto con una eficacia entre el 48 y el 68%", afirma Fernando Peliguero.
Tan solo en 2013, en Aragón se contrataron unas 42.000 polizas de seguro agrario, esto supone una superficie de más de 860.000 hectáreas, un 46% más que en 2012. En opinión de Juan Cruzán, director de la Delegación de Aragón, este aumento de se debe a que "el pedrisco es un riesgo sistémico muy frecuente en las explotaciones agrarias y en este caso, el seguro cubre el 90% de las perdidas según el precio al que se ha asegurado el producto".
Este tipo de seguros que tarifica en función de la zona geográfica, la frecuencia del fenómeno y el tipo de cultivo y está calficado como 'de alto coste' debido al gran número de riesgos que cubre. "En Aragón, la agricultura no se entiende sin seguro porque si se pierde un cultivo, no sólo no ganas sino que tienes que volver a realizar la inversión. En Aragón el 90% de los frutales y más del 70% del cultivo de cereal tienen contratada una póliza de seguros", asevera Cruzán.